UNA SIMPLE TÉCNICA PARA DESENREDAR NUESTRA VIDA



   Si hoy al salir de casa sientes que te encuentras atrapado en la trama de tu propia vida, busca un niño a tu alrededor o alguna imagen o símbolo relacionados con la infancia. Apunta tu atención al niño e imagina que te pones a jugar con él, ¡disfruta del juego, déjate ir! ¡Siéntete niño! Cuando tus ondas cerebrales y tu bioquímica sean como las de un niño, contempla aquellos problemas que ahogaban al adulto como un juego más, fíjate en las normas que has ido aceptando para jugarlo ... Con la mente ya aclarada por la sabiduría de la inocencia comienza a pensar cómo salir del juego ... ¡Sorpresa, es mucho más fácil de lo que pensabas! Te sorprenderá el no haber visto antes tan elementales soluciones, la razón es bien sencilla: el adulto no es consciente de que juega, se ha confundido tanto con el juego que a la realidad que ha creado siguiendo sus normas la llama "esto es lo que hay", quedando atrapado en la trama que él mismo ha ido tejiendo.

Los niños nos proporcionan múltiples escenas en las que el aroma de la inocencia  está presente. Se trata  de inspirar ese aroma convirtiendo a nuestro propio cuerpo en una cámara registradora de sensaciones, creando así un "sensograma" que estará siempre a nuestra disposición. Cuando quedemos atrapados en las marañas creadas por nuestro adulto, podemos recurrir a nuestro álbum de "sensogramas" y cambiar así nuestra forma de ver los "graves" problemas

     ¿Qué te parece, querido, lector, probar esta técnica de ponerte en contacto con la sabiduría de la inocencia, deshacer la trama que inconscientemente has ido tejiendo ... ? Es simple, sencilla y gratuita, tres cualidades de la inocencia. Ya me contarás ...