CÓMO EMPLEAR SABIAMENTE EL PODER DE UN ENFADO

 
   Un enfado no tiene porqué suponernos un conflicto, sobre todo si aprendemos a usarlo en vez de que nos use él. Para ello es necesario empezar a desvelar los estados de necesidad que nos llevan a enfadarnos, apartando los juicios que precisamente son las neblinas que nos impiden verlos, y comenzar a crear estrategias para vivir nuestros enfados desde la observación imparcial y a la vez desde el sentido del humor. Un enfado no tiene porqué ser negativo, a veces desbloquea situaciones enquistadas: nos da el valor para decir o hacer lo que anhelábamos y no nos atrevíamos. Pero aún hay más en este tema de los enfados ...

El enfado es un poder que se puede aplicar con consciencia y sabiduría, siempre que nuestros estados mental y emocional no estén sometido a él.

    ¿Te imaginas, querido lector, riéndote sanamente de tus propios enfados ... ? No hace falta luchar contra los enfados, tan solo hay que aprender a desarmarlos. ¡Ahhh ... y además pueden ser muy útiles! Permíteme que te explique un truco que empleo para abrir los botes de cristal que se me resisten: me concentro para provocarme un enfado, todos estamos muy entrenados en esto, puedo ayudarme de algún que otro taco, verás como a medida que aumentas tu ira va creciendo tu energía, ahora tan sólo debes dirigir toda esa energía a tu mano y girar la tapa del bote, notarás la sensación psicológica de que el recipiente ahora es mucho más pequeño e indefenso y ... ¡Voilà!: la tapa cede, no ha podido con el poder de tu enfado. Seguro que a raíz de este ejemplo se te ocurrirán nuevas aplicaciones para tus enfados voluntarios; ya me contarás ....





UNA SIMPLE TÉCNICA PARA DESENREDAR NUESTRA VIDA



   Si hoy al salir de casa sientes que te encuentras atrapado en la trama de tu propia vida, busca un niño a tu alrededor o alguna imagen o símbolo relacionados con la infancia. Apunta tu atención al niño e imagina que te pones a jugar con él, ¡disfruta del juego, déjate ir! ¡Siéntete niño! Cuando tus ondas cerebrales y tu bioquímica sean como las de un niño, contempla aquellos problemas que ahogaban al adulto como un juego más, fíjate en las normas que has ido aceptando para jugarlo ... Con la mente ya aclarada por la sabiduría de la inocencia comienza a pensar cómo salir del juego ... ¡Sorpresa, es mucho más fácil de lo que pensabas! Te sorprenderá el no haber visto antes tan elementales soluciones, la razón es bien sencilla: el adulto no es consciente de que juega, se ha confundido tanto con el juego que a la realidad que ha creado siguiendo sus normas la llama "esto es lo que hay", quedando atrapado en la trama que él mismo ha ido tejiendo.

Los niños nos proporcionan múltiples escenas en las que el aroma de la inocencia  está presente. Se trata  de inspirar ese aroma convirtiendo a nuestro propio cuerpo en una cámara registradora de sensaciones, creando así un "sensograma" que estará siempre a nuestra disposición. Cuando quedemos atrapados en las marañas creadas por nuestro adulto, podemos recurrir a nuestro álbum de "sensogramas" y cambiar así nuestra forma de ver los "graves" problemas

     ¿Qué te parece, querido, lector, probar esta técnica de ponerte en contacto con la sabiduría de la inocencia, deshacer la trama que inconscientemente has ido tejiendo ... ? Es simple, sencilla y gratuita, tres cualidades de la inocencia. Ya me contarás ... 




¿ CÓMO DEJAR DE DISCUTIR ?



    No se puede educar para la libertad sin enseñar a ver los límites de las cajas- las creencias- desde las cuales pensamos. La mayoría de los conflictos entre nosotros provienen de no ser conscientes de esto. Cuando alguien nos habla solemos emitir un juicio sobre la persona sin percatarnos desde dónde nos está hablando, en el fondo es algo tan absurdo e inútil como criticar a alguien por hablar su propia lengua.
     La mayoría de las discusiones son como dos personas hablando de paisajes distintos, creyendo que son el mismo, y tratando cada una de ellas de imponer su mirada a la otra: un auténtico diálogo de sordos. Si queremos realmente entender a nuestro interlocutor tenemos antes que ver desde qué creencia nos está hablando, todo el mundo hacemos una serie de “supuestos invisibles” , es decir que nos pasan desapercibidos, en nuestras argumentaciones: son los límites de nuestra “caja de pensamientos” en la que nace la opinión que estemos expresando en ese momento.  Revelar estos supuestos es todo un acto de sabiduría al que todos podemos acceder si nos entrenamos, primero aprendemos a verlos en los demás y finalmente en nosotros.

Aprender a dialogar más allá de los conflictos es algo fundamental en una  educación capaz de reconocer al otro en lo esencial.
    Querido lector, te invito a utilizar esta mirada reveladora de los “supuestos limitantes” desde los cuales todos hablamos para evitar discusiones inútiles . Puedes empezar  a practicarla contemplando un debate televisivo o radiofónico, fíjate desde que "caja" habla cada uno sin juzgar a nadie, siéntete un científico objetivo al hacerlo, tus opiniones sobre el tema tratado no deben limitarte. Es increíble lo que puedes aprender con este simple ejercicio sobre la forma en que pensamos, es convertir un tal vez aburrido debate en una apasionante investigación sobre la educación que hemos recibido y cómo nos limita. Cuando hayas ganado cierta pericia en la técnica puedes enseñar a tus hijos o alumnos a practicarla, será todo un acto pedagógico de sabiduría realizado con un simple hecho cotidiano como ver la tele.
      ¿Te imaginas un mundo en el que poder hablar sin discutir, en el sentido conflictivo de la palabra? ¿ Cómo serían tus relaciones …? Es una buena forma de cambiar el mundo …  tienes todo lo que necesitas para comenzar: conflictos por doquier ¿Te apuntas ...?



EL JARDÍN DE LAS PERSONAS AUTÉNTICAS


    Empecé a discutir con mi compañera, como tantas veces y por los motivos de siempre, pero esta vez algo distinto ocurrió ... las voces de los dos empezaron a parecerme lejanas y era capaz de adivinar las siguientes palabras que íbamos a pronunciar. Una parte de mí se convirtió en espectador y dejó de juzgar, de tener la necesidad de poseer la verdad, de sentirse víctima ... Mi estado emocional se serenó, dejé de ver a dos personas discutiendo y me sorprendí escuchando a dos auténticos robots que repetían unos papeles aprendidos; era evidente que aquello no conducía a nada: me encontraba ante la vieja lucha entre personajes sometidos a la fuerza de gravedad de la dualidad y sordos debido al estruendo de sus propios victimismos.
  Mi parte de espectador se alegró al comprender que no es posible un futuro libre en común si cada miembro de la pareja no está dispuesto a abandonar los papeles de víctima y su arma mortal: los juicios. Empecé a sonreír, mientras mi compañera seguía  con su discurso, ignorante de todo lo que había acontecido en mi interior. ¿Me pregunté qué había desencadenado en mí la aparición del observador y cómo podría provocarla en mi compañera o ... tal vez no tenía derecho a hacerlo? La víctima llamó a mi puerta, intentó manipularme, pero no renuncié a mi observador. Comprendí que no podría salir de aquel atolladero sin la sabiduría de mi corazón, así que sonreí, era mi forma de llamarla. ..
   Mi compañera frenó en seco sus palabras y clavándome su mirada me dijo: ¡Cómo ... encima tienes la desfachatez de reírte de mí! Por unos instantes noté que perdía mi conexión con mi observador, pero no estaba dispuesto a renunciar a la claridad ganada, así que contesté desde el silencio ... dirigiendo mis "palabras" al corazón de mi compañera, sabiendo que su personaje-robot no las podría escuchar.  De repente, sentí un aroma muy agradable y la sensación de haber entrado en un hermoso jardín …  ¡sí, así era, no cabía ninguna duda, notaba la pureza y frescor del aire¡ En un banco me esperaba mi compañera sonriéndome. Empezamos a hablarnos como nunca lo habíamos hecho, fui consciente por vez primera de que ambos existíamos en una dimensión más allá de cualquier conflicto. ¡Resultaba que  disponíamos de personajes auténticos desde los que relacionarnos, sin máscaras, sin defensas … nuestras palabras salían de nuestras bocas como si fueran flores del jardín que nos acogía! Una voz dentro de mí me dijo: ¡Bienvenido al Jardín de las Personas Auténticas!


   Mientras tanto, “fuera”, mi compañera, mejor dicho su personaje-robot, continuaba increpándome, pero ya no me importaba, porque conocía a la auténtica. Seguro que conversando con ella más a menudo lograríamos ir desactivando nuestros personajes-robots.
   Querido lector, todos existimos más allá de nuestros conflictos, ¿qué te parece si empezamos a conocernos desde el Jardín de las Personas Auténticas …? Puedes comenzar por una pequeña cita, lo mejor de todo es que no necesitas el permiso de ningún personaje-robot, ni tuyo ni de la persona a la que invites, ¿te atreves  a una cita así, tan íntima, tan verdadera…? ¡Ahh …y sirve para cualquier tipo de relación, no sólo de pareja! Ya me contarás …




LA CRISIS ECONÓMICA EN SU ESENCIA: UN MÉTODO SENCILLO PARA EMPEZAR A SALIR DEL LABERINTO



      Todo problema se puede contemplar como un árbol, y como tal mirarlo desde tres perspectivas que se complementan: desde la maraña-el ramaje-, desde la esencia –el tronco- y desde el terreno que lo sustenta-la raíz-, tal como comentamos en la entrada “El árbol mágico de los problemas”. Veamos cómo se puede aplicar esta herramienta a la crisis económica que vivimos en muchos países.
      Si vamos al tronco de la crisis veremos que todos los problemas que vive en ella el ciudadano tienen un denominador común: falla el intercambiador de creaciones, lo que generalmente llamamos dinero. Efectivamente, las personas no han perdido su capacidad de trabajar, de crear bienes y servicios, lo que les falla es el intercambiador, en el caso de España el euro. Lo que tenía la moneda como valor esencial, permitirnos intercambiar cosas de una forma cómoda y sencilla, ha ido quedando en manos de intereses que han especulado con ella, desvirtuando su función hasta el punto en el que nos encontramos: la no suficiente circulación de la sangre de la economía.



     Muchos economistas han propuesto que España salga de la eurozona y vuelva a la peseta, este pensamiento nace dentro de la dualidad y como tan nos obliga a elegir entre dos opciones. Pero si transcendemos el pensamiento dual y nos centramos en la esencia del problema, lo que necesitamos es un intercambiador  temporal que permita generar empleo y a la vez subsistir a los más desfavorecidos, no habiendo ninguna necesidad de renunciar al euro. Este intercambiador temporal, emitido por el estado en forma de pagares parecidos a los billetes, llevaría una fecha de caducidad incorporada, a partir de la cual el Banco de España cambiaría los pagares por euros. Su validez sería sólo en el territorio español, con lo cual los países de la eurozona no tendrían ninguna objeción, además de que se elimina el problema de la evasión y de los paraísos fiscales en cuanto a estos pagares se refiere. ¿Dónde está la ventaja respecto a la situación actual ? Veámosla.
      Una buena parte de los subsidios de desempleo e incluso de las pensiones se empezaría a dar en forma de estos pagares, que servirían para pagar bienes esenciales. Los comercios empezaría a hacerlos circular. Los emprendedores que quisieran iniciar un pequeño negocio podrían pagar los permisos y los impuestos con estos pagares y también una buena parte de los bienes que necesitaran para empezar, reduciendo así sus necesidades de crédito, el gran problema con el que se encuentran en la actualidad. El erario público se ahorraría muchos millones de euros en pensiones y subsidios pudiéndolos emplear en disminuir la deuda y en medidas de activación del empleo. El euro seguiría siendo la moneda oficial, mientras la economía se iría activando gracias a que habría un intercambiador que no depende de las políticas de los bancos. El efecto social sería inmediato, sin necesidad de depender de interese exteriores y del tan nombrado “mercado”. ¿Por qué ha de pasar necesidades una familia, si tan solo necesita de un intercambiador válido que le permita hacer de sus habilidades y experiencias laborales algo rentable?
       El problema cuando se mira en su esencia, como todos, no es complejo y la solución aparece de forma fácil y sencilla. Su puesta en marcha puede causar algunas dificultades, pero tenemos el potencial de todos para superarlas, ninguna crisis nos hace menos efectivos en nuestras habilidades, y entre todos reunimos muchísimas habilidades e ideas, un intercambiador que falle no justifica nuestra dependencia de los poderes que lo manejen a su capricho. Una activación económica con estos pagares no basta, pero su puesta en marcha nos permitirá el tiempo que necesitamos para hacer eso que ya nuestros corazones nos piden; crear un modelo de sociedad que no nos esclavice más.- cambiar el terreno que sustenta el árbol de los problemas- para así caminar hacia un futuro abundante – las ramas del árbol llenas de hermosos frutos porque habremos saneado el tronco y la raíz--.


       Llegados a este punto, querido lector, puede que estés pensando que esto que te he narrado no es más que un sueño …. ¡tienes razón! Para hacerlo realidad es necesario que muchos lo empezamos a habitar y a añadir ideas y compromisos, yo sólo he dado el primer paso, dejemos que circule por la red y se vaya enriqueciendo, que personas con conocimientos de economía vayan viendo como hacerlo posible … que se vaya contando en todos los ambientes cotidianos … que circule en tertulias de los medios de comunicación …  que entre en los círculos de los partidos políticos, que sin duda buscan nuevas ideas, en definitiva, que vaya cobrando vida. El alimentarlo es cosa de todos los que lo sientan como propio, cada uno aportando su parte. ¿Te animas …?  

   
  


EL ÁRBOL MÁGICO DE LOS PROBLEMAS



           Todos nos hemos sentido alguna vez sumergidos en un auténtico laberinto ante problemas que sentimos que nos superan. Probamos por aquí, por allá, consultamos a amigos, incluso, ante la desesperación podemos recurrir a personas a las que nunca hubiésemos pensado hacerlo. Sin embargo, dentro de nosotros existe un centro que tiene la mejor solución, que incluso es capaz de dar sentido a lo que nos ocurre y hacernos enriquecer con la experiencia: es nuestra propia sabiduría. El miedo, la duda, la indecisión y todos los estados emocionales que los acompañan nos impide ver el camino a esa sabiduría que nos pertenece por derecho propio.
 
    Para abrirse paso hacia este tesoro interior podemos emplear una herramienta mental y emocional: el árbol mágico de los problemas.  Con él nuestra imaginación nos permite elevarnos por encima del laberinto en el que hemos quedado encerrados y ver la salida, ¿su secreto …?:  simplemente nos conecta con nuestra propia sabiduría, a la que  ningún  laberinto se le resiste. Veamos como funciona el árbol, distinguimos en él tres partes:

   - Las ramas, que representan la complejidad del problema –el laberinto-. El problema se siente atomizado, fractalizado, como lo están las ramas de cualquier árbol.
   - El tronco, que significa la síntesis esencial del problema: la auténtica comprensión del mismo en nuestra vida.
   - Las raíces, que se hunden en el terreno mental, creencias, que están alimentando el problema; si no lo cambiamos se puede volver a reproducir.
       
      Ahora, querido lector, imagínate que quieres abrazar el árbol, ¿por dónde lo harías? Si lo intentas por las ramas no podrás abarcarlas a todas y además probablemente te pincharás – la dramatización del problema-. Por las raíces simplemente no tienes acceso- el problema en su parte inconsciente- El tronco es la parte adecuada, no sólo lo puedes abarcar, sino que por él pasa toda la sabia -la esencia del problema-.
 

   Empecemos la experiencia: imagínate al árbol en un entorno agradable, tranquilo, armonioso … toma aire profundamente, siente su pureza y los aromas de las flores y  las plantas medicinales que te rodean. Todo tu cuerpo es nutrido por este aire y lo sientes por ello  más liviano. Acércate al tronco, siente su corteza, el aroma que desprende, recuerda que es un árbol mágico, que tiene frutos para todo tipo de problemas … Ahora, abraza el tronco, sintiendo que lo abarcas en su totalidad, sin esfuerzo, él siempre se amolda al tamaño de tus brazos. Tu corazón está casi en contacto con el tronco, puedes sentir sus latidos proyectados sobre la corteza que está tocando tu pecho. En este momento ya estás preparado para comunicar tu problema al árbol, hazlo en la forma que lo sientas apropiado. Deja que el silencio sea el vacío que te permita sentir la respuesta a tu problema, sin las interferencias habituales …. Poco a poco, irás teniendo la sensación de que estás recibiendo algo, viene de tu propio corazón y va penetrando en el tronco, de una forma porosa, sin esfuerzos. El árbol entero se convierte en una antena emisora que transmite símbolos, imágenes, sensaciones…  hacia tu mente, todo es como un cofre que guarda la solución a tu problema y que te es entregado para que lo abras, lo investigues, lo interpretes … todo un trabajo apasionante empieza, en las próximas horas o jornadas empezarás a ver tu problema desde otra perspectiva. ¡Ahh, a veces ves la solución de inmediato, con el árbol mágico nunca se sabe …! Es importante que lo vivas como un juego, pues la inocencia de tu niño interior es clave en el proceso. 


            ¿Cómo lo ves …te atreves a probarlo …? Es fácil, sencillo, no necesitas recurrir a nadie, ni gastar tu dinero, tan solo has de imaginar … imaginar que eres quien realmente eres: un ser sabio Para hacer tuya esta poderosa  herramienta es necesario que con tu propia creatividad le vayas dando tu sello personal. Los resultados te pueden sorprender y … además, hay un premio extra, más allá de haber salido del laberinto, empezar a confiar en tu propia sabiduría.  Ya me contarás …