CÓMO ENFRENTARSE A LA INGRATITUD


DAR ALEGRÍA, EL PRIMER INGREDIENTE

Se presentaron ante el encargado de decidir el descenso a la Tierra dos seres. Les hizo la pregunta de rigor: ¿Por qué quieres encarnar en la Tierra?
El primero contestó:
- Tengo muchas ideas para mejorar la vida allí, para que las personas dejen de sufrir, para que aprendan a disfrutar de la vida. Voy a cambiar el mundo.
- ¡Adelante! - Le abrió la puerta el encargado.
El segundo respondió a la pregunta clave:
- Quiero ir para pasarlo bien, para disfrutar de la alegría que sin duda hay en los corazones de las personas, para compartir experiencias y conocimiento.
- ¡Adelante!
Al cabo de los años los dos regresaron a la puerta. El encargado les hizo la pregunta de rigor:
- ¿Cómo ha ido?
El primero, muy enfadado, dijo:
- ¡Ha sido un desastre, la gente no quiere mejorar...no ha habido forma de que me escuchasen! ¡Qué les salve otro! Yo no pienso volver a la Tierra.
- ¿Y tú, qué me dices? - Le interroga al segundo expedicionario.
- ¡Me lo he pasado bomba! ¡Las personas son maravillosas! ¡Hemos hecho grandes creaciones juntos! ¡Hay que ver lo que he aprendido! ¿Puedo volver...?

6 comentarios:

  1. Es realmente complicado en el mundo que habitamos (el de dentro y el de fuera que quizás sea una extensión del primero) abrirnos lo suficiente como para obviar el rechazo a la sonrisa una y otra vez. Escuché muchas veces que la mejor manera de alegrar es dar alegría sin reservas ni preguntas, y no agotarse si no se obtiene nada, seguir intentándolo. Pero a mi alrededor no veo ganas de compartir alegrías, no en general, veo seres cada vez más cerrados en su dolor. ¿Y compartir el dolor? A no muchos les agrada ser partícipes de otras penas e incluso tampoco compartir las suyas, las van guardando en cajas oscuras, sin fondo... ¿Quién quiere oír nuestras penas? Mejor esconderlas, padecer en silencio las trampas de la mente.

    Son tantas las cosas que pienso al leerte...

    Tu correo llegó a mi buzón y quedé encantada. Hoy entré en tu espacio y me gustó. Lo que está claro es que aunque a veces nos cansemos de ver puertas cerradas, la única manera de encontrar alguna abierta es seguir buscándolas y llamar a ellas con una sonrisa.

    Gracias por tu trabajo. Muchas gracias.

    Encantada.

    Mar.

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  2. Precioso cuento, lo leo y me lo llevo en el corazón. ¿miedo a el dolor?, creo que tenemos mucho temor al dolor...esa es la gran tristeza de la vida. Cuesta enfrentar los dolores de la vida que son parte de la vida misma.

    Sin ellos...la vida sería muy aburrida.

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  3. gracias por tus mensajes Verdaderos y frescos!
    namaste

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  4. ahh y es la primera vez que me encuentro un nombre hermoso como "soluciones Creativas" ligado a su verdadero significado, re.Crear.nos.
    ahhh que rico, la cosa va bien!
    namaste

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  5. Precioso cuento.
    Y cuanta verdad...
    De nuestra percepción dependerá que veamos a los demás de una forma u otra.
    Gracias por compartir...
    Besos
    Margot

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  6. Me ha gustado mucho este relato.

    Temores a la vida, a enfrentarnos a los problemas, pero lo importante, es vivir cada día, disfrutando de los instantes.

    Un saludo.

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